Cuando hablamos de catas imaginamos un espacio cualquiera, con diversos vinos, copas amontonadas y un enólogo experto. Nada más lejos de la realidad.
El lugar elegido
Un vino nos sabrá distinto si lo probamos por primera vez en los exclusivos salones de un hotel de lujo, que en una sala pequeña y sin decorar. El lugar más misterioso nos puede seducir hasta hacernos creer que el vino que se está degustando es el mejor que hayamos probado nunca. Imaginad, que percepción tendremos de los grandes vinos catados en un majestuoso lugar, como el elegido para el evento de este vídeo. ¡Serán inolvidables! Las copas
Una mala copa fracturará el mejor vino. Georg Riedel ha estudiado las geometrías del gusto y del olfato, hasta tal punto que sus copas cuidan en profundidad la calidad del vino. Tanto que, Riedel tiene un tipo de copa para cada variedad de uva, ya que según su tamaño oxigenan de una u otra manera cada vino. De ahí que sean las más famosas del mundo. Si esta marca no estuviese disponible recomendamos las Spiegelau.
La bienvenida
Un momento privilegiado para marcar la diferencia. Ofrecer una copa de bienvenida mientras todo el grupo llega a su ritmo, ayuda a relajar el ambiente, preparar el paladar y animar la conversación entre los invitados. Para ello, recomendamos un buen champán, por ejemplo, un Blanc de Blanc, ligero, sutil y elegante. En Vinelis encontrarás asesoramiento exclusivo y profesional para organizar una cata única.